El software como servicio, software as a service o SaaS está ideado para que los usuarios puedan acceder a una serie de aplicaciones en la nube, generalmente desde un explorador web. Para ello, la empresa debe contratar a un proveedor de servicios en la nube. Este proveedor administra hardware y software, garantizando la disponibilidad y la seguridad de los datos, así como su óptimo funcionamiento.
Tal vez te resulte más sencillo con algún ejemplo: el correo electrónico, los calendarios, Google Docs, Microsoft Office 365 y demás herramientas que usas en el trabajo son SaaS.
El origen del SaaS
En la década de 1960 se inició la idea de centralizar el alojamiento de las aplicaciones empresariales. Treinta años más tarde, en la década de 1990, el auge de internet propició los proveedores de servicios de aplicación (ASP). En estos inicios era necesario instalar algunos softwares en los equipos.
El modelo ASP ha ido evolucionando para que no requiera de instalaciones y se distribuya de modo instantáneo. Paralelamente, han tenido lugar avances que han permitido mejorar la eficiencia y reducir costes:
- El aumento del acceso a conexiones a internet de alta velocidad.
- La estandarización de las tecnologías digitales, de modo que sea fácil compartir y ampliar servicios en la nube.
- El incremento de la popularidad de las interfaces de tipo web.
- El uso generalizado de los dispositivos móviles.
- El boom del trabajo a distancia.
Gracias a este contexto, el inicial modelo ASP ha presentado mejoras que le han permitido dar el paso al actual SaaS.
Diferentes servicios en la nube
La expresión “como servicio” se refiere a soluciones gestionadas por por un tercero para mejorar la organización de la empresa. Además del SaaS hay muchos otros modelos:
- Infraestructura como servicio o IaaS: el proveedor alquila la infraestructura y el cliente tiene un control casi total sobre ella. El cliente puede escoger los servicios que necesita y ampliar la capacidad.
- Plataforma como servicio o PaaS: el proveedor proporciona una plataforma, un entorno y herramientas para que los desarrolladores puedan crear aplicaciones y servicios.
- Contenedor como servicio o CaaS: es un modelo intermedio entre el IaaS y el PaaS.
- Funciones como servicio o FaaS: las aplicaciones se ejecutan por medio de contenedores efímeros que se crean en el momento. De este modo el desarrollador no tiene que preocuparse de la infraestructura.
- Almacenamiento como servicio o STaaS: el proveedor alquila su infraestructura de almacenamiento para guardar datos.
- Hardware como servicio o HaaS: el proveedor alquila el hardware que se encuentra en sus instalaciones. Lo suelen usar empresas que trabajan con el internet de las cosas.
- Software como servicio gestionado o MSaaS: los proveedores ofrecen apoyo y mantenimiento para sus aplicaciones.
- Escritorio como servicio o DaaS: la infraestructura del escritorio virtual se subcontrata a un proveedor externo.
- Base de datos como servicio o DBaaS: el proveedor ofrece un sistema de bases de datos sin que el cliente tenga que preocuparse del hardware o software.
- Red de trabajo como servicio o NaaS: los usuarios se benefician de servicios de red bajo suscripción.
- Seguridad como servicio o SECaaS: hace referencia a la provisión de un conjunto de servicios de seguridad.
- Recuperación ante desastres como servicio o DRaaS: ofrece garantías al negocio frente eventos excepcionales.
- Todo como servicio o XaaS: busca la integración de los diferentes softwares “como servicio”.
Principales barreras al SaaS
El desconocimiento sobre el potencial del SaaS y el escepticismo hace que a veces las compañías no apuesten por este software. ¡Vamos a desmentir las falsas teorías!
Perder la seguridad
El temor a perder la seguridad es una de las principales limitaciones para las compañías. ¿Es esto un riesgo real? Tener datos en la nube no hace que la seguridad de la compañía sea más vulnerable que almacenando los datos en un servidor local.
Para alojar datos en la nube participan partners de negocio sólidos que ofrecen medidas muy superiores a las de la mayoría de empresas que cuentan con servidores o centros de datos propios.
Perder el control sobre los datos
Este es otro de los principales temores. En este aspecto debemos tener en cuenta que el despliegue en la nube es equiparable al alojamiento en un entorno local. Además, se puede modificar la capacidad necesaria de forma inmediata.
Ventajas de SaaS
El software como servicio presenta múltiples ventajas que se centran en el fácil acceso, ahorro de tiempos y mejoras en la eficiencia:
- Accede a aplicaciones sofisticadas fácilmente. Sin necesidad de comprar o instalar ningún programa adicional.
- Optimiza costes: se paga en función del nivel de uso
- Ofrece soluciones conectadas en todo el negocio, mejorando la comunicación entre departamentos y aportando una visión completa de la empresa.
- Accede a los datos desde cualquier dispositivo conectado a internet.
- Actualizaciones automáticas, rápidas y flexibles.
- Opciones de personalización fáciles.
- El proveedor de servicios garantiza la seguridad de todos los datos. Independientemente del dispositivo usado y sin necesidad de contar con personal cualificado en materia de seguridad.
En cuanto a las expectativas de la evolución futura del SaaS, se prevé que su crecimiento se mantenga y que se incremente la adopción de soluciones de inteligencia artificial. Del mismo modo, la gestión autónoma y el aprendizaje automático irán ganando más peso y la conexión entre las organizaciones será cada vez más profunda.
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